A. Montes, el dios del Jugonismo

Recuerdo hace unos años cuando pasaba madrugadas viendo NBA en casa de mis padres, que si el partido no lo daba la gran pareja no era lo mismo y a los pocos minutos me iba a la cama a dormir, si estaban ellos, todo era diferente e incluso ver a los Knicks podía ser divertido. Un tiempo muerto podía ser mejor que un partido entero...

Recuerdo como se emocionaba en los partidos de los Kings de la tortilla de patatas, recuerdo cuando Kobe metió aquel triple imposible contra Pistons que casi le fallaba la voz de la emoción, recuerdo el triple de Horry y sus gritos sin parar acompañando a mis saltos a las 5 de la mañana, recuerdo esa foto en la fonteta y su 'venga otra', muchos recuerdos.

Para mucha gente de mi generación, amante de la NBA, es y será todo un mito a seguir, desde que la extraña pareja se separó ya nada fue igual y desde anoche ya nunca nada será igual, pero siempre tendremos en mente quien es y será el dios del Jugonismo.

Hoy más que nunca iremos con la sonrisa del jugón puesta porque la vida puede ser maravillosa. Gracias Andrés.